El avance urbano y la evolución de las calles de Barcelona propuesta por Ada Colau se convierte en un arma de doble filo. Las superillas de Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona han hecho que los propietarios de viviendas suban los precios de sus pisos de venta y alquiler hasta cerca de un 11%. Se espera que este crecimiento vaya a más una vez finalicen todas las obras a finales de mayo, según fuentes del sector.
Con el objetivo de recuperar para la ciudadanía una parte del espacio que actualmente ocupan los vehículos privados, son numerosos los barrios, como Sant Antoni, La Dreta de l’Eixample o l’Esquerra de l’Eixample que han sufrido afectaciones en el tráfico y la circulación. La cara más negativa de esta gran transformación es el aumento desmesurado de los precios en la vivienda y alquiler, según un reportaje elaborado por Metropoli Abierta.
Las obras de la superilla de Ada Colau han despertado opiniones contrarias entre los vecinos de las zonas afectadas por esta transformación urbana. Aunque muchos celebran los aspectos positivos que el cambio traerá al barrio, también les preocupa que revalorice la zona. Según testimonios recogidos en el reportaje, el principal miedo entre aquellos que pagan un alquiler en el barrio, ya sea de vivienda o de un local para regentar un negocio, es un aumento del precio.
Es una situación que empieza a hacerse realidad. Este año, el precio de la compraventa en la Dreta de l’Eixample ha subido un 11,3% según un estudio de Idealista, alcanzando en marzo de 2023 un valor de 6.636 euros el m2.
Según datos de Engel & Völkers Barcelona, el precio aproximado por lo que a la venta refiere es de 5.000 euros el m2, aunque en algunas ocasiones oscila desde los 3.700 euros hasta los 6.000 euros. El precio medio de la compraventa en 2023 es de 475.000 euros. Pese a que la tendencia siempre ha sido al alza en este distrito de la capital catalana, a partir del mes de agosto de 2022 el auge se disparó de forma desmesurada, pasando de un 5,8% al 8%. Unas cifras que alcanzaron el pico máximo anual los meses de agosto y septiembre.
Según un análisis de la misma inmobiliaria, las superillas van a suponer un aumento generalizado de los precios tanto de compraventa como de alquiler. Esto se debe a la transformación urbana hacia un modelo más peatonal, sin tráfico y con zonas verdes, unos parámetros muy solicitados actualmente.
También temen los comercios
Las superillas son muy positivas para los peatones pero amenazadora para el comercio, ya que conllevan una conectividad más difícil en todo el área por estar restringida al tráfico. Algo que supondrá menos comodidad para llegar a dichos establecimientos.
Precisamente, varios negocios de la Dreta de l’Eixample explicaban a este medio digital que han perdido una significativa parte de la clientela que acudía al barrio a comprar en coche. Comercios tradicionales, como quioscos o mercerías, que ofrecen bienes que no son de primera necesidad, sufren estas consecuencias desde hace meses.